María Susana Baena 11°A
“Los ojos son ciegos, hay que buscar con el corazón.” Una frase que nos puede suscitar y decir muchas cosas. Podemos pensar en lo material, en amigos, en el futuro de nuestras vidas, y hasta podemos llegar a pensar que nos habla del amor. Ese amor que le tenemos a alguien, pero que muchas veces termina siendo la persona incorrecta. Cuantas veces nos interesamos por alguien solamente por la forma en la que se ve, en la que se viste. El mundo está cambiando, se está volviendo superficial y cada vez amamos más por interés o por placer y menos por el sentimiento de amar, de querer y respetar a alguien.
Hoy en día la superficialidad es de las cosas que más se ven. Las personas buscando fama, dinero y placer. Como el vanidoso, en el principito. Solo busca aprobación y admiración por parte de los demás, es la superficialidad hecha hombre. En mi opinión, hoy en día la mayoría de las personas se fijan mucho en lo que dirán los otros, en vez de enfocarse en las cosas que verdaderamente importan. Ahora la gente no hace ejercicio por salud ni por estar bien con ellos mismos, sino por verse bien físicamente y para no sentirse juzgados por los demás.
Las amistades y las relaciones de estos tiempos se están basando mucho en un interés, aspecto que no está bien, ya que no es un amor verdadero lo que se está experimentando.
El principito también decía que los hombres ya no saben buscar, que lo que buscan lo podrían encontrar en una sola rosa o en un poco de agua, pero los hombres ya solamente buscan con los ojos y no con el corazón. Solo buscan la mejor rosa, que tenga los mejores pétalos y que su belleza jamás se acabe. Los hombres se han vuelto ignorantes, han olvidado el verdadero significado de amar. A veces el placer y el interés nos vuelven ciegos, y no sabemos si en verdad nos quieren y nos valoran. Ese es el problema de hoy en día, no sabemos si lo que en realidad estamos sintiendo es amor o simplemente esa atracción por alguien más y las ganas de tener a alguien.
No podemos negar que la primera impresión que la gente nos da la tomamos por los ojos, en cómo se viste, como camina, como se peina, como se expresa. Pero hay que pensar, si el amor viene por la parte física es más que todo un interés superficial y una atracción. Pero si tú sientes que esa persona te llena, te complementa, te aporta cosas buenas y te va a llevar por un buen camino, esa es la persona. Considero que tu pareja debe de ser en tu vida quien te guíe y te ayude en cosas tanto malas como buenas, no que te brinde solo placer y te quiera solo por cómo te ves. Hay que saber escoger a la persona con la que vas a crear momentos únicos e inolvidables, una persona con la que puedas ser tu misma sin miedo a que te juzguen.
En conclusión, el principito nos invita a dejar a un lado la superficialidad y buscar mucho más con el corazón, con los sentimientos. Seamos conscientes de la sociedad que estamos creando, no queremos personas perfectas, queremos personas que hagan el bien y que sean más humanas. Acompañantes que nos lleven por un buen camino y que sean guías para nuestras vidas, que cada día nos enseñen cosas buenas y nos ayuden a nosotros mismos a amarnos tal y como somos.