Valeria Rivera
Me da miedo dormirme. No es que le tenga miedo a la oscuridad o a los ruidos nocturnos, no. Me da miedo soñar y, para mi mala suerte, todos los días sueño. Nací con una maldición: saber lo que va a pasar en el futuro mediante mis sueños y eso es lo que me da miedo. Me da miedo que algún día me acueste y que no sueñe nada, o que sueñe que mis seres queridos ya no estén conmigo.
Normalmente, estos sueños están distorsionados, como una obra de arte abstracta. En mis sueños aparecen números, colores y personas. En la mayoría de los sueños tengo días o semanas para descifrar el sueño, preparándome emocional y mentalmente. Pero hay veces que los sueños están tan distorsionados que no comprendo su significado y jamás los pude descifrar hasta que fuera tarde. A veces los sueños y sus elementos se pueden repetir; se pueden repetir las imágenes; se pueden repetir las personas, se pueden repetir los ruidos. Hay veces que los sueños son tan recurrentes que se pueden repetir años, como el sueño que tuve hoy.
Los sueños se pueden clasificar en 3 categorías: predicciones importantes para mi vida diaria, predicciones a un futuro incierto y predicciones hacia el futuro de la humanidad.
Te estarás preguntando que sueño tuve, ¿no? Hoy soñé con Rusia, un país con un paisaje hermoso, si me preguntas. Pero así no era mi sueño. Mi sueño era un panorama completamente diferente. La Plaza Roja en Moscú ya no era un atractivo turístico, era un lugar lleno de muerte. Era un cementerio. Un lugar lúgubre. Las personas que tenían una vida normal yacían en el suelo muertas. De los cadáveres brotaban unos girasoles, una flor hermosa para mí. Sé que los girasoles absorben en sus semillas la radiación. Tal vez una central nuclear había explotado, justo como Chernobyl. Ese sueño era un sueño que yo ya había descifrado, o eso era lo que yo pensaba.
Después de despertarme, seguí mi rutina. Me bañé preguntándome si es que había descifrado bien el sueño debido a que se repetía demasiado. Después del baño, organicé mi cama y me preparé mi desayuno. Mientras estoy comiendo, veo las noticias. Ahí fue cuando me di cuenta que estaba equivocado del verdadero significado del sueño.
-Hoy los Estados Unidos de América le declararon la guerra a Rusia.
Desde que dijeron esas palabras los presentadores, todo alrededor mío se distorsionó, todos se volvió borroso. Debí darme cuenta antes. Era obvio, estaba frente a mí.
¿Pero qué podía hacer para evitar una guerra? Era un civil, uno más en la masa. Era otro loco de los millones de locos en el mundo. Un loco que estaba hablando con Dios, un loco hablándole a otro loco…