Tomás Builes 10°

El descanso del soñador roto
Por mundos ha pasado,
en sueños del pasado,
que resguardan lo deseado,
que solía ser su pensar.
Donde siempre había creado
mundos donde se había resguardado,
pero hoy solo queda el eco del dado
que recompensaba su pesar.
Un negro se fue apoderando
de todo lo que iba pensando,
mientras las heridas iba vendando
del dolor que él quería guardar.
Fue elogiado mientras iba cambiando,
pero las historias que veía solo estaban escapando.
Quería pensar que solo debía seguir esperando
en algo que pronto tiene que regresar.
Pero los años van pasando,
y él sigue encerrado pensando,
porque es su única forma de seguir escapando
tras perder sus mundos que quería recuperar.
El Descanso de un amor obsesivo
Aunque las luces de nuestro tiempo se hayan apagado,
no quiero aceptar que nuestro amor fue equivocado,
ni mucho menos algo que nunca debió ser anhelado,
Aún cuando el rojo escarlata ha manchado el pasado.
No te atrevas a insinuar que no debimos estar juntos,
mientras tus ojos miran mis heridas cosidas con puntos.
quiero que revivas nuestras vivencias pasadas,
cuando miras a través de mis miradas cansadas.
mi cabeza, solo recuerdos manchados de rojos entierra,
y te juro que no volverás a decir algo que yo no quiera.
Nuestra fría y lúgubre prisión por siempre nos encierra,
Y nuestras heridas lamerás hasta que muera
el descanso de un niño
En el pasado siempre estuve rodeado de resplandores,
aquellos seres me acompañaron durante mis errores.
Siempre me admiraban llenándome con favores,
hoy me percato de que su brillo se ahogó entre dolores
Quisiera poder pedir a los demás ser ayudado,
pero sé que ninguno habría permanecido a mi lado.
Quisiera que alguien me hubiera apoyado,
pero el tiempo sin piedad a todos me ha quitado.
Recuerdos de lo que solía ser mi pasado me recorren,
con la esperanza de que algún día ellos me perdonen.
Esas memorias son las que tristemente me componen,
y los golpes del arrepentimiento son los que me corrompen
El descanso del cuerpo
sus luces internas se van apagando,
mientras las cuentas del tiempo va pagando,
sus viejos recuerdos se van borrando,
y toda su vida se va terminando.
Quizás no quiera su fin aceptar
o tal vez solo busque descansar.
La verdad nadie puede adivinar
qué siente un alma al empezar a callar.
en su último instante todos lo ven,
esperando un milagro que no va a volver.
Pero la luz se apagó y todo acabó,
el tiempo llegó y su vida pasó.
Lágrimas caían de muchos
mientras otros decían murmullos,
el silencio pesaba más que el dolor
y el aire sabía a despedida y horror.
Los días siguieron sin su voz,
pero su sombra aún camina con todos.
Los que lo amaron y no supieron decir adiós,
ahora tenían que aprenden a vivir sin su voz
Ya no se trata seguir por ahí tratando de olvidar,
sino de aprender a mirar hacia atrás sin llorar,
de mirar arriba al cielo y no tener que preguntar
¿Por qué se ha ido sino en qué lugar estará?
Y aunque el tiempo borre su pensar,
hay huellas que nunca se van a borrar,
porque morir no es solo tener que terminar,
sino a veces es solo tener que cambiar de lugar.
