Valentina Mondragón 10°B
Actualmente somos la generación más joven, pero más allá del simple hecho de cómo ser llamados, hay un tema que nos distingue mucho más de las anteriores generaciones y es nuestra posición frente a la autoestima; pero, ¿Cuál ha sido la causa a estos cambios?, los centennials fuimos y somos los primeros que tenemos que lidiar con las ideas revolucionarias del mundo digital y esto nos hizo cambiar mucho nuestra perspectiva del mundo. Según un estudio de la Asociación Americana de psicología la Generación Z, sufre más estrés, ansiedad y otros trastornos en comparación con otras generaciones, esto tiene un fin haciendo que degrademos cada vez más nuestra opinión propia. La tecnología es un gran causante de esto; ya que nos muestra la vida de una forma diferente a como es realmente, y cuando salimos al mundo real no es nada como lo imaginamos y esto genera mucha decepción que causa que nuestra determinación se ve nublada y llegamos a quebrar. Nuestra fe en nosotros mismos y en los demás se va y nuestra autoestima empieza a bajar.
Hay varias causas por las cuales la autoestima de los centennials es más baja al estándar, uno de los causantes de esto son las redes sociales; estas vuelven la valoración y aprobación por parte de otros necesaria e imprescindible, lo que provoca que cada vez necesitemos más ánimo y aprecio para sentirnos conformes con todo lo que hacemos y lo que somos. Nos preocupa prender el celular y saber que no fuimos invitados a una fiesta o a un plan, nos inquieta no tener con quien hablar debido a que la sociedad nos muestra que si no tenemos a alguien en todo momento no somos lo suficientemente dignos. Gracias a esto generamos ciertos requisitos para poder ser “alguien” en la vida; por ejemplo, tener cierta cantidad de “me gusta” en una foto, de seguidores o hasta la cantidad de fotos publicadas. Por otra parte, el hecho de que tuviéramos tantos beneficios en lugar de hacernos más seguros genera un efecto contrario; esto genera más indecisión y menos preparación que las generaciones pasadas, dicho de otra manera, nuestras emociones no están lo suficientemente fortalecidas para enfrentar un problema, cuando nos toca afrontar algo no toleramos la frustración y nos culpamos a nosotros mismos. El famoso dicho de Barbie que nos han inculcado desde niños “tu puedes ser lo que quieras ser” resulta en el algo contraproducente; ya que muchas veces esto no es así y cuando nos damos cuenta podemos llegar a estar muy descontentos con la vida.
Resumiendo, podemos decir que tener amor propio es el primer paso para todo en la vida, si no nos queremos a nosotros mismos no podemos esperar que nadie lo haga y estaremos en un continuo sufrimiento que no nos lleva a nada bueno. Tenemos que aprender que no debemos estar en un lugar tóxico en el cual no nos aceptan como somos y no nos alientan a tener amor propio, como en la situación de las redes sociales. Considerando lo anterior todos deberíamos hacernos esta pregunta de Brigham Young ¿por qué debemos preocuparnos por lo que los demás piensen de nosotros, tenemos más confianza en sus opiniones que en las nuestras?