Isabella Prieto Escobar 10°A
Creo que todos los que lean esto, alguna vez habrán oído que los azúcares refinados son malos porque tienen muchos efectos contraproducentes en nuestra salud, sin embargo, los endulzantes artificiales tampoco se quedan atrás. Últimamente, se oye mucho sobre como los endulzantes artificiales pueden causar miles de enfermedades, como problemas cardiovasculares, y yo, para ser muy honesta, ya no sabía entonces que era lo que menos le hacía daño a mi cuerpo. Se sabe que ninguno es bueno en exceso, pero sería útil saber cuál es la mejor opción para endulzar un café, un postre u otros alimentos, y también para que, al comprar el mercado, podamos ser conscientes de lo que vayamos a consumir.
Los azúcares incluyen la glucosa, fructosa, lactosa, galactosa, maltosa, sacarosa, y muchos más, pero en este caso estaremos más enfocados en aprender de la glucosa, fructosa, y sacarosa.
Cuando se habla de sacarosa, se refiere a una sustancia formada por glucosa y fructosa a partes iguales, que se obtiene principalmente de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera, aquí se encuentra el azúcar sin refinar, granulada, morena, de repostería, y turbinado. La glucosa es el más simple de los carbohidratos, es la clave para mantener los mecanismos del cuerpo funcionando de manera óptima.
La glucosa es una de las fuentes de combustible preferidas del cuerpo en forma de carbohidratos, por eso cuando los niveles de glucosa se desvían de los límites recomendados, es probable que se note una diferencia en el funcionamiento del cuerpo. Aunque esta sea muy importante para mantenernos llenos de energía, se debe consumir en moderación, ya que cuando sus niveles se salen de control, aumenta el riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiovasculares, sobrepeso, hipertensión, y muchos más. Cuando comemos, nuestro cuerpo trabaja para procesar la glucosa, ayudando al páncreas, ya que libera insulina para tratar el incremento del nivel de azúcar en la sangre, pero hay personas que no pueden producirla de una manera adecuada, y ahí es necesario una ayuda externa, como las inyecciones de insulina.
La fructosa es el principal azúcar que se encuentra naturalmente en la miel y las frutas, y en menor cantidad en algunas verduras. Esta se metaboliza principalmente en el hígado y no estimula la secreción de la insulina de la misma manera que la glucosa, así que cuando se consume en exceso, puede conducir a la enfermedad del hígado graso no alcohólico y contribuir a la resistencia a la insulina. No obstante, consumir frutas de manera natural en nuestro día a día no es para nada malo, ya que, como la naturaleza es sabia, el contenido de fructosa es relativamente pequeño comparándolo con todos los nutrientes, vitaminas, fibra, y agua que las frutas nos aportan. Se recomienda consumir entre dos o tres porciones de fruta al día, y en el caso de los diabéticos, se recomienda que coman frutas con cáscara para aportar más fibra, y así mantener sus niveles “normales” de azúcar en la sangre. El problema es cuando consumimos alimentos altos en fructosa constantemente, como el jarabe de maíz, con el que endulzan muchos productos del mercado. Es importante mencionar que la OMS dice que no se debe consumir más de 25 gramos al día de este, sin embargo, en un estudio realizado en España en 2013, la ingesta media de azúcar total fue de 76,3 gramos diarios, de los cuales 33,9 gramos fueron de los denominados azúcares libres o añadidos.
Es también valioso mencionar que para el 1980, había 108 millones de diabéticos en el mundo, pero hoy en día, hay más de 500 millones, y si seguimos así, se estima que podría haber más de 1 billón de diabéticos para el año 2050.
Los edulcorantes o endulzantes son sustancias naturales o artificiales que sirven para aportar un sabor dulce a algún alimento. En los endulzantes artificiales podemos encontrar el aspartamo (NutraSweet), la sucralosa (Splenda), la sacarina (Sweet’NLow), el acesulfamo de potasio (Sweet-One), el neotamo (Newtame), y muchos más, pero estos son solo algunos ejemplos de los que más se consumen. Los edulcorantes naturales incluyen la estevia, taumatina, eritritol, monkfruit, azúcar de coco, jarabe de agave, alulosa, entre muchos más. Al pasar por el tracto gastrointestinal, pueden afectar al microbioma intestinal, formado por un vasto ecosistema de bacterias.
El consumo de edulcorantes no nutritivos está relacionado con alteraciones en el ADN, con apoptosis, y con la síntesis de precursores de cáncer. Sin embargo, al ser productos que no llevan tanto tiempo en nuestros mercados, aún falta realizar muchos estudios, y debemos ser conscientes de que, a la larga, consumir en químicos en exceso (edulcorantes artificiales) tampoco será bueno para nuestro cuerpo. Cabe recalcar que, aunque un endulzante sea natural, tampoco es estrictamente saludable para nuestro organismo, por ejemplo, el jarabe de agave. Aunque muchos piensan que es una buena opción a la hora de endulzar sus alimentos, esto es falso. El jarabe de agave es de 70 % fructosa, y 25 % glucosa, volviéndolo un alimento muy alto en fructosa respecto a sus otros componentes, por lo que, al endulzar algún alimento, no es la mejor opción, muchísimo menos para los diabéticos de tipo 2. Para los diabéticos, los endulzantes son la mejor opción, pero tampoco se debe abusar de estos, especialmente si se utilizan los artificiales. Los médicos recomiendan que nos acostumbremos al sabor natural de los alimentos para así no depender tanto del “dulce”, ya sea azúcar refinada, o cualquier tipo de edulcorante.
Para concluir con todo esto, y responder la pregunta del millón “¿entonces con qué puedo endulzar mis alimentos?”, es importante aclarar que el punto de este ensayo no es satanizar ningún alimento, y tampoco pensar que por consumir cualquiera de los mencionados anteriormente, vamos a tener los efectos perjudiciales que podrían llegar a causarnos. La alimentación es un tema muy complejo, y para desarrollar estas enfermedades no solo se requiere de una dieta alta en azúcares o edulcorantes, también hay que recordar que detrás hay una genética, una persona completamente distinta, y con hábitos diferentes. Este pequeño informe lo realizo para comunicar un poco sobre estos alimentos que hacen parte de nuestro día a día, y muchas veces no nos damos cuenta de que podemos estar excediéndonos. Es por esto que el balance es fundamental, aprender que hay unos alimentos altamente nutritivos para nuestro cuerpo, mientras también hay otros que, aunque no sean lo más nutritivo, nos aportan felicidad y buenos recuerdos. Así que el día que te quieras comer un muffin, una torta de cumpleaños, una galleta, ¡disfrútala!, no es motivo para sentirse mal, solo recuerda que debes también comer alimentos nutritivos para mantenerte con energía y con un buen funcionamiento y estado de ánimo. Ahora sí, respondiendo a la pregunta, la estevia, según muchos estudios, es uno de los mejores edulcorantes, ya que, al ser natural, tiene hasta beneficios, como ayudar a reducir la hipertensión arterial y combatir el riesgo de padecer cáncer de páncreas. Solo debes fijarte que, a la hora de comprar estevia, en los ingredientes diga solo estevia, nada más que eso. El monkfruit también es muy buen endulzante ya que ayuda a combatir ciertas infecciones, y también a disminuir el riesgo de padecer diabetes. La alulosa es una buena opción porque puede ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre, mejorar la función hepática, y a reducir la inflamación. Personalmente, yo usaría estos para endulzar alimentos, pero en caso de que alguien quiera endulzar con azúcar, el mejor parecer ser la azúcar morena, ya que tiene menos procesamiento que la blanca, por lo que mantiene mejor sus nutrientes.