Por: Amelia Londoño Londoño

La soledad entra sin avisar,
viene y se quiere quedar.
Ni un abrazo, sonrisa, amistad
llenan el vacío de la soledad.
La oscuridad y el silencio y el dolor,
te recordarán que estás solo en un mundo sin amor.
El susurro del viento sonará
mientras estás en tu propia caminar.
La luna te mirará con lamento,
como si entendiera tu sufrimiento.
Solo en el mundo, solo sin razón,
solo en lo profundo de tu corazón.
Tu soledad querrá llevarte a la tumba,
mientras tu ánimo poco a poco se derrumba.
Eterna tristeza te llevará al vacío,
donde te abrazará tu propio frío.
Pero si buscas la luz, tendrás que pasar por la oscuridad,
porque será allí donde nazca tu verdad.
Y aunque la soledad te haga llorar,
también te enseñará a pensar y valorar.
Descubrirás que estar solo no es castigo,
será el momento en que te vuelvas tu mejor amigo.
Y aunque por un tiempo estés en silencio,
gente llegará como un hermoso inicio.
Personas sinceras te valorarán,
y con su cariño te acompañarán.
Te abrazarán con risas y calor,
llenando tu mundo de amor.
Tu voz brillará, tu risa sonará,
y hasta tu historia consuelo dará.
Eres importante, y lo sabrás,
porque muchos corazones tocarás.
Después del túnel verás claridad,
y entenderás que nunca fue soledad.
Porque siempre fuiste luz en los demás,
y tu presencia recordarán.