Violeta García
Aquel espejo, tan misterioso y peculiar, que se encontraba en aquel oculto ático, en una antigua casa abandonada…
Un día un grupo de adolescentes un tanto rebeldes decidieron ir de visita, a las más antiguas casas del pueblo, querían encontrar algo que realmente les llamara la atención para así presumirlo ante todos en la escuela.
Fue ahí cuando se encontraron con la más antigua mansión de todas, la mansión Berystone. Con habilidad y astucia lograron escapar de la seguridad y lograr entrar a la casa. Al entrar se encontraron en un ambiente lúgubre y pesado, lo cual los asustaba, sin embargo, siguieron con su misión. Siguieron y siguieron hasta encontrarse con una habitación, no era cualquiera, esta resaltaba entre las demás. Cosa que llamo mucho la atención de los muchachos y decidieron entrar a inspeccionar.
Y ahí estaba aquel gran espejo, aquel elegante y maravillosos espejos, lo que más cautivó la atención fue ver el espejo en tan perfecto estado, ni un golpe, ni un rasguño, ni una sola pizca de polvo, para ser una casa tan olvidada. Se acercaron al espejo y miraron sus reflejos esperando a que algo mágico pasara, pero no fue así, todos quedaron decepcionados queriendo irse para seguir investigando otras habitaciones, salieron todos menos uno de ellos quien se quedó observando cautelosamente su reflejo, de pronto vio algo increíblemente fascinante, se vio a si mismo siendo feliz, algo que en su vida faltaba.
Fue corriendo a avisarle al resto de sus amigos desesperado y les contó lo que había experimentado ante aquel espejo.
Fue así cuando sus amigos, uno por uno fue mirándose en el espejo y encontrando su felicidad.
Resulta que este peculiar espejo revelaba aquellos deseos del corazón, pero no cualquier deseo, si no aquellos que realmente salían de lo mas profundo de este y lo que realmente anhelas con fe y esperanza.