Manuela Cano Caicedo 10ºD
Te apuesto a que más de una vez te has sentido triste, desolado, con temor o angustia por todo lo que está pasando por tu cabeza o a tu alrededor. Aquellos momentos difíciles que todos hemos pasado alguna vez y que la mayoría nos duelen recordar, son los que nos convencen de que después de la tristeza vienen cosas maravillosas. Esa sensación de creer y querer que todo va a mejorar, se le llama esperanza.
Desde el punto de vista de las personas pesimistas, la esperanza no es más que una ideología y un pensamiento que se tiene simplemente para consolarte que por lo que estás pasando no será siempre así. Pero de lo que ellos no se dan cuenta, es que esta sensación de esforzarte y motivarte a que las cosas mejoren es incomparable a una simple idea o intento de convencimiento a uno mismo solo por consuelo.
Muchas veces es muy difícil creer que se puede seguir adelante, especialmente cuando es un golpe emocionalmente fuerte para ti. Normalmente uno cede fácilmente a la desmotivación que genera la situación por la que se está pasando. Pero algo dentro de ti te dice que no te rindas y que sigas adelante sin importar lo desafiante y doloroso que pueda parecer. Esto que te dice que no te rindas, es tu consciencia sabiendo que teniendo fuerza y esperanza se pueden superar cosas que para ti parecen imposibles.
Es normal que cuando esa voz nos dice que sigamos, nos rindamos fácilmente por el temor a no ser capaces de enfrentar la tristeza y caer en el mismo dolor que este nos causó. Quieres lograr salir adelante, pero sientes que no tienes fuerza para hacerlo y te da impotencia contigo mismo por eso. Una parte de ti te está diciendo que, si no lo haces bien y fallas nunca podrás lograr salir de ahí. Pero en el fondo de tu corazón, sabes que, si intentas con todas tus fuerzas, lo lograrás y volverás a ser feliz.
La gente puede encontrar sin importancia cultivar este hermoso sentimiento e impulso en sí mismos. Pero, de lo que no se dan cuenta, es que esto que se siente al persistir y convencerte que tú puedes lograrlo. Es la cosa más satisfactoria y maravillosa que se puede sentir. Saber que tú mismo te superaste, que nadie te detendrá y podrás seguir y lograr saber que pase lo que pase, a pesar del dolor o del miedo que se sienta, jamás te rendirás porque sabes que eres capaz.
Por eso espero que cada persona se dé cuenta que, si crecemos con esta increíble virtud a nuestro lado, seremos cada vez más fuertes y felices con nosotros mismos. Que a pesar de lo oscuro e intimidante que parezca la vida, siempre habrá una luz que te guiará y te impulsará a seguir. Y que finalmente estarás contento y orgulloso de haber podido superar aquello que tanto te atormentaba. Recordándote que aún si la oscuridad te rodee, la luz de la esperanza nunca dejará tu lado.