Simón Díaz 10°C
Había una vez un niño llamado Mike que vivía en una casa muy humilde con su mamá Martina Luna, su hermana María del Mar y su gata Estrella, un día Mike estaba afuera de su casa jugando basquetbol y de repente Mike observa que algo cae del cielo y aterriza al lado de su casa, sorprendido y asustado va corriendo lo más rápido pudo para ver había pasado y cuando llega al lugar, ve solo una piedra que alumbraba de mil colores, en ese momento la curiosidad de saber de dónde provenía la piedra lo hizo pensar que quería ser un Astronauta y conocer de donde podría venir esa fantástica piedra lo llenaba de emoción.
Por muchos años siempre Mike imaginó que deseaba ser o estudiar cuando fuera grande para ser Astronauta, pues él firmamento lo apasionaba y lo desconocido allí le llamaba aún más la atención. Luego de que pasan varios años su deseo se vuelve más intenso por viajar a un planeta como Marte, luchó y perseveró tanto que ahora Mike es un astronauta de 27 años de edad que logró su sueño y ahora después de estudiar y prepararse, ya está listo para ir al espacio y llevar a cabo una misión, que consiste en explorar esta zona y determinar si puede o no haber vida humana allí y conocer si él pudiera llevar a su familia que tanto quiere con él, pues nunca pensó en abandonarlos, siempre imaginó llevarlos a ellos también. Pero antes él debía ir primero a Marte que es unos de los planetas que sabemos que aún no hay vida humana y que se conoce cómo el planeta rojo.
Mike había pasado todas las pruebas que le exigían para poder ir al espacio sin ningún problema, la misión era el próximo martes, así que Mike decidió pasar tiempo de calidad con su familia, pasaron los días y ya era el momento de irse, Mike se despidió de todos sus conocidos y familiares, llegó a la estación y se da cuenta que no va solo qué hay dos personas más, así que ya listo para entrar al cohete con dos Astronautas más se siente pleno, uno se llamaba Jhon y el otro Jacobo, quienes desde siempre se sintieron felices de conocer a Mike, los tres se ubicaron en la cabina del cohete prepararon todo para dar inicio a la misión de despegue, y cuando ya estaba todo listo los tres se ubicaron en sus respectivos lugares y mientras preparaban el cohete se pusieron a conversar sentían mucha empatía el uno con el otro, Jhon era el más simpático y le preguntó a Mike que por qué decidió ser Astronauta y Mike les contó que ese era su sueño desde niño y le contó la historia de la misteriosa piedra que había caído del cielo y que por cierto la traía en su bolsillo, porque desde siempre la tuvo con él.
Mike se las enseñó y ellos quedaron asombrados con la brillantez y la hermosura de aquello que parecía una simple piedra, pero que en el fondo era más que eso, cuenta además que esa fue su gran motivación para llegar a ser Astronauta y descubrir y explorar lo desconocido. Así que su deseo de superarse, salir adelante y prepararse para esta fantástica aventura se había convertido en su obsesión, por fin Mike dice que su mayor Alegría fue ser elegido para esta gran aventura, y decide con plena confianza entregarle la piedra a su compañero Jhon quien se comprometió a conservar y cuidar la piedra como si fuera su propia vida, pero por alguna razón Jhon salió de la nave por un segundo y todo pasó tan de prisa que al momento de regresar para salir a la misión se dio cuenta que olvidó la piedra y cuando quiere volver se da cuenta que ya era demasiado tarde para regresar, así que la frustración de Mike fue tan grande que hasta lloró, pero entendió que así no tuviera la piedra con él, debía seguir adelante y perseguir su sueño, es así como logran viajar a lo desconocido y al aterrizar sienten una fuerte emoción y descubren que todo el planeta brilla como los colores del arcoíris y al descender de la nave con sus trajes color plata, se da cuenta que hay cientos de piedras iguales a la suya y comprender que no debemos apegarnos a nada, pues aunque aquella había sido su fiel compañera ahora podía tener todas las que quisiera. Mike comprende entonces que la vida te puede sorprender cuando menos lo piensas.