María José Perez Valencia
Era una fría noche en la ciudad de Arkadia Rian, nuestro protagonista, Newt Núñez Arias, se encontraba pasmado en su cama como un huevo a punto de hervir en una sartén, cuando el primer rayo de sol atravesó la ventana del chico oji-claro la oscura y perturbante realidad lo recibió con un fuerte abrazo.
“Buenos días mundo, no seas tan duro conmigo hoy” rogó Newt mientras se dirigía al baño a ducharse, una vez limpio y organizado para ir a la escuela, agarró el desayuno que le había preparado su padre, y fue a toda velocidad hacia su bici, después de unos 6 minutos llegó al alcantarillado, una conexión que usualmente usaba para llegar más rápido al colegio, aproximadamente se ahorraba 8 minutos de pedaleo hacia su destino, a mitad de su recorrido por el alcantarillado, una piedra brillante captó su atención, cuando se acercó a esta, la piedra comenzó a revolotear.
“AY DIOS SANTO!” el chico, sin pensarlo mucho, accidentalmente entró al túnel del alcantarillado a todo pedal, cuando se dio cuenta que había entrado en aquel lúgubre y mugriento lugar, intento dar pedal atrás, fallando rotundamente y en el proceso dañando su bicicleta.
“QUÉ DELICIA DE SUERTE!!!!” grito Núñez mientras de mala gana agarraba su bici y la arrastraba por los húmedos canales de aquel siniestro y asqueroso alcantarillado, Newt iba tan distraído que no logró ver una piedra gigante que se encontraba a unos pocos metros de él, al no verla, terminó tropezándose con ella, cuando el chico cayó, cayó de cara, embarrando todo su uniforme de agua sucia, destruyendo su celular accidentalmente y quedando totalmente incomunicado e incapaz de llamar a su padre para que lo ayudase.
“Justo lo que me faltaba” gritó en frustración mientras se lavaba la cara con sus manos, Núñez lloraba de la ira arrastrando su bici mientras maldecía todo, Newt era un hombre con muchas ínfulas, también había roto una manilla muy exigua, su tristeza y depresión eran insaciables, al llegar a la salida más cercana posible vio un conjunto de rocas, el chico solo lloró más mientras abrazaba sus piernas en desespero, repentinamente se acordó de cómo su amigo Lucas le enseñó a arreglar el pedal de su bici, como pudo los remendó y logró llegar a la escuela, llegó para la quinta hora de clase, al llegar le contó su intrépida aventura, la directora se rio levemente y le explicó que aquella piedra era una trampa para ratas, ayer recomendaron no pasar por el alcantarillado, pero para cuando lo avisaron, Newt ya estaba dormido.
“Mejor ve a tu casa y date una ducha” exclamó Lauren dándole un permiso de salida.
BUENO, QUIZÁS ESA TRAMPILLA NO FUE TAN MALA…
Al día siguiente Newt llegó al colegio y llegó cómo un héroe, resulta y acontece que la mayoría del colegio estaba en contra de aquellas trampillas, y dijeron que Núñez era el nuevo líder, ahora, Newt era conocido como un héroe y se ganó una ola de fanáticos…
TRAMPILLA DE RATAS…