Elisa Villegas Ardila
Desórdenes alimenticios creando problemas de salud pública y en la vida cotidiana, ya que cada vez es más normalizado.
Los desórdenes alimenticios son anomalías con comportamientos alimentarios y comportamientos obsesivos sobre el físico propio y pensamientos erróneos de cómo los demás critican los cuerpos de los otros de manera negativa.
Estos pensamientos y obsesiones deben ser detenidos implementando ciertas conductas, tales como, acercándose a las nuevas generaciones y enseñándoles la importancia de encontrar un balance alimenticio saludable, normalizando la variación de cuerpos y eliminar ciertos estereotipos imposibles de lograr, para mejorar la salud mental y física de las personas que conforman una sociedad antes de que sea demasiado tarde.
En la sociedad moderna, se puede tener muchos pensamientos e ideales falsos e inexactos sobre la vida perfecta”, también conocida como “vida saludable” debido a la falta de información o desinformación brindada por las redes sociales, que muestra una pequeña parte del proceso de tener una vida balanceada, ya que solo muestra comer saludable y hacer ejercicio, pero desafortunadamente no explica las consecuencias de únicamente concentrarse en la comida y actividad física, lo cual lleva a los desórdenes alimenticios al desarrollar obsesiones con esto. Por otro lado, para llevar una vida adecuada y balanceada, hay que tener en cuenta la parte cognitiva y, por ejemplo, al bajar de peso, hacerlo lentamente, siempre priorizando la salud e implementar técnicas como comer frutas y verduras, hidratarse diariamente, hacer ejercicio constantemente, dormir lo suficiente y optar por una vida libre de alcohol y humo.
Según unos investigadores en la revista especializada JAMA Pediatrics argumentan que “la etiología de los trastornos alimentarios es muy compleja y, al igual que otros trastornos psiquiátricos como la depresión y la ansiedad, surge de la intersección de muchos factores de riesgo. Aunque la prevalencia varía según las poblaciones de estudio y las definiciones utilizadas, se reconoce que los trastornos alimentarios son comunes en adolescentes y aún más comunes en adultos jóvenes.” Esto puede suceder debido a que estas personas siguen en desarrollo de personalidad y buscan la aprobación social y encajar en la sociedad, lo que resulta en la pérdida de personalidad y criterios propios, y terminan haciendo cosas fuera de su conducta.
Teniendo en cuenta lo anterior, se puede decir que, por tentar encajar en la sociedad y seguir los comportamientos de los demás, lamentablemente los jóvenes se comienzan a comportar de cierta manera y hacer cosas como limitar los alimentos, que puede llevar a un extremo, con resultados negativos y cero saludables que empiezan a involucrar la mente y enfermedades mentales con resultados no deseados.
Para concluir, los desórdenes alimenticios son trastornos complejos, los cuales afectan la salud mental y física de quienes los padecen. Afortunadamente, estos trastornos son reversibles con el adecuado tratamiento, ayuda profesional, y sobre todo, tiempo. Es importante promover desde temprana edad, una relación saludable con la alimentación y el cuerpo propio, así ayudando a prevenir a que más personas pasen por esta infortunada situación, empatizando a quienes luchan contra estos desafíos y disminuir la normalización de estos desórdenes, puesto que esta circunstancia representa una preocupante tendencia.