Miguel Calle Romero 10º
En esta sociedad cambiante, hay que impactar a las personas con nuestros hechos. Hay que enfocarnos en ser mejores para con los demás, en hacer del mundo un lugar mejor. En este ensayo, diversas formas de dejar huella en la sociedad serán expuestas y explicadas. Asimismo, se demostrará que la autoestima, los valores y el amor son fundamentales para crear un mundo mejor y cambiarlo para buenos propósitos. Se explicará cómo encender una luz en cada uno de los corazones y abrir una puerta para ser mejores. ¿Cómo se cambia a la sociedad desde uno mismo, y por qué se debe hacer esto?
Quererse a sí mismo es la clave para impactar en la sociedad. Indudablemente, el aprecio y amor hacia uno mismo es elemental para sellar una huella imborrable en la misma. Marilyn Monroe, una afamada actriz y modelo del siglo XX afirmó que “querer ser otra persona es malgastar la persona que eres”1, lo cual demuestra y recalca exactamente esto. Únicamente aceptando a su persona, amándola, respetándola y queriéndola se obtienen grandes sucesos. Hay que aceptar las debilidades, superarlas y convertirlas en éxitos y logros. Tener extenuaciones y errores es lo que nos hace lo que somos, pero superarlos nos hace fuertes, únicos e inigualables. Por esta razón, no malgastemos lo que somos, queriendo ser otras personas, sino que hagamos de nosotros unos árboles fructíferos, llenos de buenas oportunidades y acciones para dar a los demás.
Vivir acompañado de valores y virtudes siembra en las personas paz, armonía, humildad, esperanza, generosidad, caridad y buenos propósitos. En efecto, las virtudes han sido, desde siempre, una posibilidad de dejar huella en el mundo, y qué mejor manera de aprender de ellas que por medio de otras personas. “Las virtudes más grandes son aquellas que más utilidad reportan a otras personas”2. Esta proposición del filósofo griego Aristóteles reitera lo mencionado anteriormente. Hay que sembrar una semilla en cada corazón, con ayuda de las virtudes y valores, para que estas sean engrandecidas y practicadas por todos. Todos tenemos algo que brindar. Desde la más pequeña gota de generosidad hasta el más grande mar de esperanza van a marcar a las otras personas.
El amor es la huella más grande de todas. En cuanto al amor se refiere, se podría afirmar que es un sentimiento de afecto hacia una cosa o una persona, pero ¿qué es exactamente? Según Corintios 13: 4-7, “el amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”3. Es una fuerza incondicional que todo lo puede, es ese destello de luz en un vacío de oscuridad. La huella que dejamos debe ser amorosa, comprensible, verdadera y generosa. Con el amor, todo es posible; se enciende una llama en cada uno de los corazones; se abre una puerta que nos marca a todos.
Claramente, el impactar a la sociedad desde uno mismo implica sucesos cotidianos y sencillos, los cuales deben ser aplicados en nuestro día a día.
En conclusión, no limitar nuestras habilidades y no tener miedo de actuar ni de equivocarse son destrezas básicas para cambiar a la sociedad. En la sociedad de hoy, tomando en cuenta los cambios drásticos que se producen cada día, se debe ser amoroso y comprensivo. Para llegar a la grandeza y dejar una marca en cada persona, y así encender la luz, hay que tener autoestima, vivir con virtudes y valores, y amar a los demás como a nosotros mismos.
“Amar es una oportunidad, un motivo sublime que se ofrece a cada individuo para madurar y llegar a ser algo en sí mismo, para volverse mundo.”4 Rainer María Rilke.