El reloj de pared

 Hiroki Samuel Vélez Yamada 10º

Faltaban 5 para las 3, Charles miraba fijamente el reloj de pared. Su péndulo hipnotizante tenía un leve bamboleo, un poco perturbador, casi sobrenatural. Sin embargo, Charles no parecía inmutarse y seguía viéndolo con profunda curiosidad. el reloj marca las 5 en punto, sin embargo, charles no parece reaccionar.  

Su madre, Juliet, llega un poco apurada, tiene la cara curtida y apagada, en sus ojos se ve un leve temor. Con una voz dulce Juliet llama a Charles, pero no hay respuesta. Juliet llama un poco más fuerte, y su cara súbitamente se llena de terror. Lo busca por toda la casa, varias veces, pero no logra encontrarlo. Recorre todos los cuartos, todas las habitaciones y los revisa varias veces, no está en ninguno, ni en su habitación, ni en la cocina ni en el cuarto del reloj de pared. Mira en todos los cajones, en el sótano, debajo de la cama, pero no hay rastro de su querido hijo. Despavorida, sale corriendo a la calle con la esperanza de encontrar a su hijo ahí. Mientras tanto Charles continuaba viendo el reloj, siguiendo con su mirada el péndulo. 

El reloj suena, son las 6 en punto. Charles no parece preocupado, parece haber olvidado todo, parece que no supiera que ha estado perdido desde hace una hora y tampoco parece incomodarle la idea de que su madre esté muy preocupada y lo esté buscando. Charles sigue el péndulo con la mirada, de lado a lado, izquierda a derecha, estaba embobado, había algo en el reloj que lo traía inexplicablemente, algo más allá de un simple reloj.  

Los últimos rayos de luz entran por el gran ventanal de cristal. En el suelo una extraña figura comienza a formarse, los vitrales reflejan la luz de una manera muy específica y en cuestión de segundos se alcanza a distinguir un texto en latín “Non omne quod videtur”. Charles continúa mirando fijamente el reloj y no da signos de parar. Sin embargo, está vez nota el texto y lo lee en voz alta.  

Pocos minutos después Juliet entra acompañado de su esposo Harry, Charles ya lleva dos horas perdido y es claro que sus padres lo han buscado a lo largo y ancho del pueblo. Con la cara totalmente descompuesta, sus padres deciden con su último atisbo de esperanza buscar de nuevo a Charles. Lo buscan meticulosamente por toda la casa, en cada rincón y cuarto. Lo hacen varias veces, incluso en el cuarto del reloj de pared, pero no hay rastro de Charles, es como si la tierra se lo hubiera tragado.  

Pasan varios meses y la búsqueda por Charles aún continúa. Juliet y Harry se han dado por vencidos, es claro que ya no son las mismas personas, hace más de 3 meses que no se les ha visto reír, en su rostro no se ve un rastro de alegría, se dice que han llorado todos los días por varias horas seguidas. Juliet ha bajado mucho de peso, está casi en sus huesos, por otro lado, Harry engordó mucho, es casi imposible reconocer en él a la persona que era hace unos pocos meses. 

Charles sigue mirando el reloj, no tiene claro cuanto tiempo ha pasado, supone que solo han pasado unas pocas horas. Escucha de fondo a su madre hablar con alguien, pero está tan absorto mirando el reloj que realmente no comprende la conversación. 

Juliet se sienta en el sofá, destruida y agotada. De repente nota algo peculiar, jamás había detallado de cerca el reloj de pared. Lo había conseguido en un mercado de pulgas hace unos 10 años, pero jamás le había dado mayor importancia.  

De repente, sus ojos deciden seguir el péndulo del reloj, el cual se mueve de una manera hipnotizante y sobrenatural. De repente una figura comienza a formarse, lentamente toma forma humana y su madre se sobresalta. ¡Es Charles! 

Juliet lo llama a gritos, pero él no responde. Sin embargo, Juliet corre para abrazar a su hijo perdido. Lo abraza con todas sus fuerzas, pero él no reacciona. Una nube de humo comienza a rodear a Charles y su cuerpo se torna en una neblina negra y espesa.  

Su madre no sabe que ha pasado, hay un momento de silencio, luego algo lo rompe. El péndulo comienza a moverse de lado a lado y Juliet se queda absorto en él, es como si algo la llamara. 

Fin. 

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