A Tiempo

Cristóbal Díaz Parra 8°B 

“La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos” 

Charles Chaplin 

Un minuto, tan sólo sesenta segundos, no es nada, dirían muchos. Tal vez pienses que un segundo, o un minuto es poco. Comparando un segundo con todo un año se vuelve más difícil apreciar ese diminuto lapso; de un océano tan grande no tienes en cuenta cada pequeña gota de agua. De una playa no distingues cada pequeño grano de arena. Aunque tal vez pienses que en un día no hiciste nada, si lo piensas mejor y te fijas en los pequeños detalles de lo que hiciste o te pasó en ese día, te darás cuenta de que en realidad ocurren muchas cosas en un día. Es muy probable que no sean cosas extraordinarias o muy interesantes, pero para apreciar el tiempo no necesitas hacer gran cosa.  

¿Entiendes a qué voy con esto? ¿No? Está bien, si aún sigues sin entender a qué me refiero, te daré un ejemplo. ¡Felicidades! Serás el protagonista de este, te pondré en una situación que podría ocurrir en un día. No será algo fuera de lo común, pues podría suceder realmente. Antes de empezar, digamos que ya eres un adulto con pareja y trabajo. Y, por cierto, agregaré unos cuantos detalles. 

Hourglass, Time, Hours, Clock, Egg Timer

Ahora sí, empecemos. Te levantaste a las cinco y media de la mañana para organizarte para ir al trabajo, tomaste una ducha, pero mientras te bañabas no encontraste el jabón, así que saliste de la ducha a buscarlo, pero resbalaste con el charco de agua que dejaste al salir, aunque, lograste aferrarte a la perilla de la puerta y no te caíste. Lograste ir por el jabón y terminaste de ducharte. Al salir del baño pisaste un poco de vómito de tu perro, por lo que tuviste que volver a entrar a la ducha a lavarte el pie. Después de limpiarte, fuiste a tu habitación para ponerte la ropa para el trabajo, pero al intentar cerrar la puerta, notaste que se había averiado y no se podía cerrar, por lo que pusiste una silla de modo que la puerta no se abriera. 

Te pusiste el pantalón, pero no encontraste tu zapato izquierdo, así que desesperadamente buscaste por todo tu departamento tu otro zapato, hasta que lo encontraste en la cama de tu perro, ya estaba dañado y lleno de la saliva del animal. Los otros zapatos estaban húmedos ya que la noche anterior los habías lavado, tuviste que ir al trabajo con unos tenis grises. Al salir de tu departamento, le pediste a tu vecino que cuidara a tu perro mientras ibas al trabajo, y luego bajaste por las escaleras ya que el elevador no funcionaba. Fuiste al parqueadero para subirte a tu Renault Twingo plateado, pero no encontraste las llaves, así que tuviste que subir esos trece pisos por las escaleras para regresar al departamento a buscarlas.  

Al tener las llaves, volviste a bajar por las escaleras, agotado y con tu camisa manchada de sudor. ¿Ves todo lo que puede pasar? ¡Y apenas vamos en la mañana!  

A continuación subiste a tu auto y fuiste al trabajo, pero en el camino te encontraste con un choque entre un autobús y un taxi, por lo que te viste obligado a tomar otra ruta, por la que tardaste veinte minutos más para llegar a tu oficina en el centro de la ciudad. Llegaste tranquilamente sin más percances, pero estuviste diez minutos tarde. Tu jefe te llamó a su oficina, y tú, asustado, te dirigiste allí lentamente, pensando que el motivo por el cuál te había llamado era por haber llegado tarde al trabajo, pero por suerte te equivocaste, quería hablar contigo para ascenderte de puesto, ibas a ser el gerente de la compañía, una noticia tan buena que inmediatamente llamaste a tu pareja para contarle, pero recibiste una noticia que contrarrestaba lo buena que era la noticia del ascenso, terminó su relación.  

Triste, mientras marcabas el teléfono de tu hermana para contarle la noticia buena, recibiste una llamada de ella, un poco más feliz, contestaste, pero lo que te dijo te dejó en una tristeza total, te dijo que a tu madre le había dado un ataque cardíaco, motivo por el que fuiste de inmediato a la clínica en la que se encontraba. Por suerte no fue algo muy grave y le dieron de alta. Para poder cuidarla mejor mientras se recuperaba completamente, la llevaste a tu casa para que se quedara contigo.  

Luego, al llegar al edificio en el que vives, se subieron al ascensor, que ya había sido arreglado, y al llegar al apartamento acomodaste a tu madre en la habitación, y volviste al trabajo, pero tu jefe te dijo que te tomaras un tiempo para cuidar de tu madre.  

Pasó el tiempo, cenaste junto a ella, mientras conversaban sobre tu ascenso y cómo había sido el día de tu madre, quién contó con mínimos detalles desde que despertó hasta cuando le dio el infarto, me sorprendió todo lo que contó sabiendo que todo el día estuvo en su casa y simplemente fueron unas horas.  

No veías la hora de que tu mamá acabara de contar su historia para poder levantarte e ir a tu habitación a ver unos capítulos de la serie de Netflix que habías empezado hace unas semanas pero que no habías podido ver a causa del trabajo, y querías aprovechar el tiempo que te había dado tu jefe mientras cuidabas a tu madre. 

Inmediatamente finalizó su extensa anécdota, la llevaste a su habitación y te aseguraste de que todo estuviera bien para que ella pudiera descansar tranquilamente y tú vieras la serie. 

Al finalizar el día te acostaste en tu cama y disfrutaste de los seis capítulos que te faltaban para acabar la primera temporada. Luego te dormiste y dejaste el televisor encendido, mientras la serie continuaba y te perdías esos episodios, hasta que, por suerte, llegó el mensaje que dice “¿Sigues Ahí?” y no te adelantaste más capítulos. 

¿Ves todo lo que puede pasar en un día? Aunque puedes pensar que si contamos lo que pasa en un día con tanto detalle es muy fácil extenderse tanto, simplemente cuentas especificando cada suceso con el mayor detalle posible. Si pensaste esto te felicito, lograste lo que buscaba diciendo todo esto. Disfrutar cada momento de la vida, cada segundo, aún así sigas pensando que es poco, pero no sabes cual será el último, así que aprovecha, porque aún estás a tiempo.

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