Por Juanita Rivera 11°B
Nunca he entendido por qué algunas personas piensan que están intituladas o tienen la responsabilidad de determinar qué es lo que hace a una persona “fea” o “bonita”. Puede sonar grosero, pero no veo como preocuparse por el aspecto físico de una persona ajena a ellos mismos le aporta algo a sus vidas.
Muchas personas son bastante rápidas para juzgar a un individuo solo por la manera en la que se ve, se viste, o por lo que se pone, cuando ni siquiera conocen a la persona, no saben cómo actúa y no saben lo que piensa. La manera en la que alguien se viste no es un espejo de su personalidad, porque la ropa, algo inanimado, no posee una personalidad. Es simplemente un pedazo de tela. La persona que se pone la ropa es la que tiene el poder de decidir qué es lo que significa aquello que trae puesto. Pongamos de ejemplo una camiseta cualquiera en una tienda. Para alguien, puede que esa camiseta le llame la atención porque es bonita y esta persona cree que la va a hacer verse más linda. Para otra persona completamente diferente, la misma camiseta puede parecerle la más fea del mundo, pero se siente tan cómoda que la compra de igual manera con el propósito de comodidad sobre estilo.
Todos tienen diferentes gustos y opiniones estéticas, y es una lástima que ciertas personas sientan que no se pueden poner ciertas cosas o maquillarse de cierta manera por el miedo a ser juzgados por la sociedad. ¿Quién es aquel que decide qué es lo que se le ve bien a una persona o no? Si una persona está feliz por cómo se ve, las críticas de los otros no deberían desalentarla de verse como se quiere ver. Es más, esas críticas ni siquiera deberían estar ahí, en primer lugar, porque las personas ajenas deberían ocuparse de sus propios asuntos. Como una persona está vestida no es el problema de otra, y puede que muchos al escuchar esto estén de acuerdo con lo que digo, pero, ¿y si llevamos esto más allá, hasta los tabús de la sociedad? ¿Seguirían estando de acuerdo conmigo?
Un hombre con una falda o un vestido. Una mujer con la cabeza rapada. Una mujer que no use maquillaje o un hombre que lo utilice. Estas personas y muchas más son sujetas a comentarios que no tienen buenas intenciones, y muchas veces los humanos pueden ser muy crueles. Si no le gustan las faldas y detesta el rosado. Allá va la marimacha. ¿Vestido todo de negro? Es mala influencia y pertenece a un culto satánico. ¿Tatuajes, piercings? el delincuente. ¿No le gusta la moda o no se preocupa por ella? Es depresivo y tiene problemas mentales. ¿Le gusta siempre estar a la moda? Es superficial y se preocupa mucho por lo que los demás piensen de ella. Se pone ropa que le cubre el cuerpo. Es anticuada y santurrona. ¿Le gusta ponerse cosas reveladoras? Es una chica fácil, si algo le pasa es porque se lo buscó por estar vestida así.
Honestamente, las personas deberían dejar de juzgar y simplemente vivir su vida mientras dejan vivir a los otros. Todo el mundo tiene diferentes opiniones, y si a ti no te gusta que te juzguen, ¿por qué juzgas a los demás?