María José Pérez 7ºA
Era una tarde nublosa y gris en la ciudad de California, un chico se encontraba frente a un tablero gigante, el nombre del chico es Thomas Turner. Yo soy Scott Michaelson y es mi triste deber narrar la historia de este adolescente.
Líneas rojas, fotos de personas y lugares, notas escritas por su difunto padre, periódicos viejos y notitas era lo que llenaba aquel tablero.
- “Ya han pasado años y aún no he dado con el asesino de mi padre’’- dijo Thomas con desesperación
No confíes en nadie, en las historias te plantean eso de manera muy indirecta.
- “Bajaré a darle noticias a mi madre’’-exclamó el azabache saliendo de la habitación
Mientras el chico bajaba por las angostas escaleras, iba pensando en cómo no ser tan directo en el nuevo reporte.
- “Ehm’’ –tosió Thomas
- ‘’Thomas! ‘’ –grito Marilyn
Es increíble lo que un chico de apenas 17 años ha logrado, logró cosas que ni detectives profesionales han podido resolver, pero lo que en verdad era un misterio para él, es la muerte de su padre.
- -‘’No tengo reporte, es como si el asesino no existiera’’ –dijo el chico desanimado
- -“No te pongas triste, la verdad saldrá a la luz tarde o temprano’’ – dijo con tranquilidad.
Thomas se dirigió a la puerta y salió, iba en búsqueda de archivos sobre el asesinato de su padre. Unas horas más tarde, Thomas no daba señales de vida, Marilyn llamó a la policía y unas horas después se afirmó la desaparición de Thomas.
- ‘’Lo lamento señora Turner, no hay rastros de Thomas’’- le dijo un policía a la señora
- ‘’El señor David Smith es un psicópata que escapó del manicomio’’- comentó otro policía.
Te dije que no confiaras en nadie desde el inicio, y confiaste en mí…el asesino de Antonio Turner y el secuestrador de Thomas Turner.
-ATT: David Smith