Salomón Martínez Duque 9°CM
Vacío. Solo vacío, vacío era la única palabra con la cual podía describir este oscuro sentimiento, soledad… sin amigos, sin familia, sin protección, estaba solo.
Primera semana de diciembre.
Era viernes, el día en el que salíamos a vacaciones de navidad. Pedí mi almuerzo y salí al patio alejado de todo; ya no quería estar con nadie. Estos últimos meses habían sido difíciles para mis amigos porque con la escasez de medicamentos todas las personas de la tercera edad estaban falleciendo, con ellos venían los familiares de mis amigos, Kiara (mi mejor amiga), Noah (el novio de Claire) y Claire (la mejor amiga de Kiara); éramos amigos desde sexto grado, ahora estamos en décimo, pero prefería nuestra amistad en sexto, debido a que ahora me rechazan. Vivimos en Greystone, un pueblo alejado y olvidado donde somos la última opción al momento de repartir municiones y ser ayudados.
Todos me llaman Jake, excepto mi mamá cuando está enojada, ahí soy Jacob. Para que me conozcan, soy alto, de piel clara, pero cabello y ojos oscuros, mi cuerpo es atlético, pero no exagerado y mi cara es de facciones definidas.
Salí a vacaciones, mi familia y yo decidimos ir a la casa del lago para pasar esta temporada, era una casa muy grande y espaciosa, era una casa con una estética de Old Money. Los días pasaban y me parecía una eternidad, nochebuena la pasamos en mi casa; ahora era fin de año y estaba emocionado con empezar el 2022 con el pie derecho. Estábamos en la casa del lago con mis primos y tíos, pasé hasta las 22 horas comiendo sin parar, era de mis cosas favoritas pero mi mamá me regañaba hasta que obedeciera, el problema es que ya fue tarde y ya tenía malestar, yo era insaciable, pero comer tanto cansa y ya tenía sueño, escuché que todos iban a la casa de mis tíos para ver los fuegos artificiales en el cielo estrellado, yo preferí dormir y hasta ahí llego mi noche para caer en un sueño profundo y reparador, paso un tiempo hasta que a lo lejos escuchaba un timbre que retumbaba en mi cabeza, uno molesto y exasperante que me hizo pararme de la cama, provenía de mi celular, era una llamada perdida, varias de hecho, era un número desconocido, en otra ocasión hubiera pasado de largo pero la curiosidad me ganó y devolví la llamada, no repicó ni tan solo una vez para que me contestara. Ahí mismo, un primero de enero a las 4 am, me perdí, y uno oscura sensación recorrió mi cuerpo de pies a cabeza.
Vacío un vacío lúgubre y profundo se adentró en mí… y me di cuenta de que ahora estaba solo., desubicado entre mis sentimientos y la realidad, tomé las llaves del carro y me dirigí hacia la ubicación especificada por el agente, de ahí en adelante todo pasó parsimoniosamente, todo era blanco y negro, estaba aturdido y la realidad me abrazaba lentamente.
3 de enero de 2022, 7:01 am
Estaba vestido de negro; en el funeral de toda mi familia… Mi mamá, mi papá, mi hermana, mis tíos, mis primos… y estaba solo, en la mayor soledad que había sentido en mi vida, se había vuelto un rumor en todo el pueblo, algunos sentían lástima, otros querían la fortuna que heredé, los demás me daban el pésame cuando me veían.
Ya iba a cumplir 2 meses desde la muerte inexplicada de mi familia, el colegio me enviaba los deberes para hacerlos desde casa. Todo este tiempo en soledad me llevó a reflexionar de muchas, muchas cosas, entre ellas mis amigos; ellos trataron de ponerse en contacto conmigo por varios medios, pero siempre optaba por ignorar todo lo que no fuera yo y mi soledad. En mis reflexiones entendí el rechazo que generaron mis amigos cuando estaban de luto y a mí no me importó su sufrimiento porque nunca llegué a pensar qué tal sensación fuera tan horrible y devastadora… se puede llamar karma. Ahí entendí la ignominia que habían sentido por mi parte.
Dejé atrás mis ínfulas y me disculpe con ellos, porque este sufrimiento no se lo desearía ni a mi peor enemigo, ellos aceptaron mis disculpas y esa sensación de estar solo desapareció en mí, y por más de que no fueran de mi genética, los consideraba mi familia.
Ya no estaba S.O.L.O.
